lunes, 23 de diciembre de 2013

"Don Jon", un soplo de aire fresco.


Antes de abordar la crítica de Don Jon, considero conveniente realizar un par de confesiones: En primer lugar, siempre he tenido una cierta predilección por Joseph Gordon-Levitt, un actor empático, efectivo y con un talento natural que le hace especial, distinto. Además cuenta con el aliciente de saber elegir bien sus papeles, conformando así una filmografía más que notable (con pequeñas joyas como "500 días juntos" o "Looper") que consigue, con escasas excepciones, crear agradables expectativas cuando su nombre figura en los créditos. Si a esto le añadimos que es protagonista y guionista de su ópera prima como director, las sensaciones con el film que hoy nos ocupa solo podían ser positivas.

En segundo lugar, amo a Scarlett Johansson, tan sencillo como cierto, esta rubia neoyorkina con dotes de actuación bastante decentes y revestida de icono de la sensualidad es capaz de hacerme acudir a salas de cine o a mi querido torrent por el simple hecho de poder disfrutarla de nuevo. Y sí, puede que su repertorio cinematográfico no sea tan compensado como el de su compañero de reparto (aunque cuente con una de mis películas favoritas, "Lost in Translation"), pero si dos de mis actores fetiche protagonizan una cinta, firmada y dirigida por uno de ellos, no soy yo quien se la va a perder.

domingo, 22 de diciembre de 2013

El Hobbit: La desolación de Smaug (2013): La más floja de la saga.


Cuando Peter Jackson confirmó hace más de un año que El Hobbit iba a adaptarse en forma de trilogía, la gente se echó las manos a la cabeza. Todo el mundo dijo que era imposible sacar tanto metraje de un libro tan corto, que extender la adaptación de esa forma no era más que una forma fácil de hacer dinero, que Jackson y su equipo la iban a cagar, en definitiva. Pues bueno, tras ver la segunda parte de esta trilogía, El Hobbit: La desolación de Smaug, empiezan a confirmarse las sospechas que nacieron con la primera parte: que el mundo tenía razón. Diez años han pasado desde la magistral El Retorno del Rey, y Peter Jackson ha decidido celebrarlo regalándonos una película que, si bien es decente, puede considerarse la más floja de sus adaptaciones del mundo de Tolkien.