'La noche más oscura' ('Zero dark thirty').

“September 11, 2001” sobre un fondo negro. Las letras desaparecen, pero el fondo negro se queda, acompañado por las grabaciones de las llamadas de emergencia realizadas durante los atentados del 11-S. (Atentados –como se sabe- perpetrados por miembros de Al Qaeda, bajo la dirección de Bin Laden). Y así durante algo más de un minuto. Si unimos esta introducción a que ‘La noche más oscura’ (‘Zero Dark Thirty’, 2012) se nos presenta como “la mayor cacería humana en la historia”, podríamos pensar que vamos a ver una emotiva película cargada de moral del Tío Sam y de barras y estrellas. Pero nos equivocaríamos. Es más que eso.

Kathryn Bigelow, ganadora del Oscar a mejor película y mejor dirección por ‘En tierra hostil’ (‘The hurt locker’, 2008) nos cuenta la historia de Maya (Jessica Chastain), una integrante de la CIA que viaja a Pakistán para ayudar en la búsqueda de Bin Laden. Ni ella ni sus compañeros se rendirán hasta encontrarle. El resto es historia.

La película se mantiene alejada de ese patriotismo efectista a que nos tiene acostumbrados Hollywood, pero también de una crítica contundente, dejando que más bien sea el espectador quien haga de juez. No significa esto que no haya crítica: la hay; a destacar, por ejemplo, la escena en que los protagonistas ven en la televisión a Obama negando que los americanos torturen y defendiendo la moral americana, cuando la primera hora del metraje se centra precisamente en los métodos empleados por la CIA para recabar información.

Y es que Bigelow no tiene reparos a la hora de mostrar las torturas en los interrogatorios. Éstas, al igual que la mayoría de escenas, están rodadas cámara al hombro, lo cual supone todo un acierto, ya que aporta realismo a la trama y ayuda a que nos metamos en ella. Hay en especial dos escenas que, sin duda, nos mantienen en tensión: la visita del informante a la Base Chapman de la CIA y el rastreo telefónico a Abu Ahmed (mensajero de Bin Laden) a pie de calle.

También tenemos, cómo no, una minuciosa, (quién sabe si) fiel, y demasiado extensa recreación del asalto al complejo en que Bin Laden se escondía. Abarca prácticamente los últimos cuarenta minutos. Asesinan a Bin Laden, pero a Bigelow no le interesa contar qué ocurre finalmente con él; no es esa la finalidad de la película (¡ay de quien crea que lo es!).

Es la actuación de Jessica Chastain lo que vertebra la película. Esta portentosa actriz llamó mi atención en ‘El árbol de la vida’ (‘The tree of life’; Terrence Malick, 2010), me convenció en ‘Criadas y señoras’ (‘The Help’; Tate Taylor, 2011) y ‘La deuda’ (‘The debt’; John Madden, 2010), y acabó por enamorarme en ‘Take shelter’ (id; Jeff Nichols, 2011). Interpreta a una “fiera” (así la describen en la película) que no se da por vencida, que a pesar del cansancio y de los golpes recibidos durante su búsqueda (Chastain sabe reflejar muy bien cómo éstos la desgastan física y mentalmente) no piensa tirar la toalla. Encarna, podríamos decir, a la obsesión, en una actuación que bien podría valerle el Oscar.

Pero no está sola. La acompañan secundarios que, desde luego, dan la talla, de los que se sirve la directora para ofrecer distintos enfoques. Así, encontramos a Jason Clarke en una actuación sobresaliente encarnando al compañero de Maya en la primera mitad de la cinta. Aparecen también Joel Edgerton (que trae el punto de vista del soldado), Jennifer Ehle (clavadita a Meryl Streep), Kyle Chandler, Mark Strong y James Gandolfini.

La película está dividida en capítulos, que sirven para que nos ubiquemos en la narración. Pero no es suficiente. Da la sensación de que el peso (y el paso) del tiempo no cae sobre los personajes (salvo en el caso de la protagonista). Son ocho años (concluye en 2011, pero comienza dos años tras el 11-S) que bien podrían pasar por mucho menos tiempo de no ser por las indicaciones.

En definitiva, ‘La noche más oscura’ es una muy buena película en la que Kathryn Bigelow  acierta al tratar fríamente un tema caliente, pero que falla en su manejo del tiempo, y que nos ofrece grandes interpretaciones, consagrando a Jessica Chastain como una magnífica actriz, que seguro dará mucho de qué hablar.